Festival anual de esculturas de hielo en San Petersburgo.

San Petersburgo se convirtió en el lugar de nacimiento de la primera escultura de hielo. En 1740, justo en medio del río Neva cubierto de hielo, se erigió el Palacio de Hielo, a instancias de la emperatriz Anna Ioannovna, famosa por su disposición extravagante y amor por todo tipo de diversiones, por las bodas de sus cortesanos. En el palacio, construido con bloques de hielo tallados, todos los muebles y objetos, incluidas las flores y los naipes, estaban hechos de hielo. En la entrada había un elefante de hielo con un conductor de hielo, delfines de hielo arrojando fuegos artificiales y cañones de hielo “disparando” bolas de hielo. Había leña de hielo en la chimenea del dormitorio. Dos monstruos marinos estaban ubicados a los lados de la puerta. Durante el día, el agua del Neva brotaba de sus bocas. El elefante de hielo hacía lo mismo, de vez en cuando “tocaba la trompeta” con la ayuda de un trompetista escondido dentro de él. Estatuas de hielo, floreros, árboles con pájaros en sus ramas. A ambos lados de la Casa de Hielo, en la sala de guardia, un hombre hacía girar una lámpara de papel con “figuras ridículas” pintadas en sus caras. El invierno de 1739-1740 fue extremadamente frío. Las heladas de 30 grados duraron hasta la primavera, y la Casa de Hielo entretuvo a todos durante mucho tiempo, solo los guardias mantuvieron el orden.